Ramadam Karim a todos los idiotas

Desde hace algunos años, suelo saludar a mis amigos musulmanes el inicio de su mes sagrado el Ramadan con una frase sencilla y alguna foto que rescato de mis viajes a Maruecos. “Ramadam Karim, a todos mis amigos musulmanes”, es lo que suelo decir.

Hoy me apetece dirigir este saludo a todos los idiotas. Empezando por mi misma, a la idiota que fui en el pasado, porque ser idiota en una sociedad islamófoba es extremadamente fácil. Así que Ramadam Karim a todos los idiotas que piensan que:

Los musulmanes son machistas y violentos.
Los musulmanes abusan de menores y favorecen los matrimonios forzados.
Las musulmanas son sumisas.
Las musulmanas son víctimas a las que hay que liberar del “hiyab”.
Los musulmanes quieren invadir Europa.
Los musulmanes quieren implantar la shariah.
El islam es inferior a la cultura occidental: primitivo, irracional, bárbaro y sexista.
El islam es radicalmente distinto de otras religiones y culturas.

*Relación de tópicos recogidos por la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia

Dejar de ser presa de alguno de estos tópicos* no es fácil. El discurso del odio hacia el islam ha calado bien en nuestra sociedad y gracias a ello hoy contamos con una amplia gama de casos de islamofobia en nuestro país y un aumento considerable de delitos de odio, llegando a ser la praxis más extendida de intolerancia en España, así lo señala el Informe Islamofobia en España 2016, elaborado por la Plataforma ciudadana contra la Islamofobia. Ha calado tanto el discurso del odio hacia el Islam que hasta la izquierda y el feminismo han caído en la tentación.

Ramadam karim idiotas, os invito, en este mes sagrado a acercaros no a la religión, sino a su gente. A mi se me quitó la idiotez a base de hacer amigos y amigas. Os daréis cuenta de que son personas de carne y hueso como nosotras. Con sus miserias y sus virtudes. Ni mejores ni peores, solo han elegido una religión distinta. No han venido a invadirnos, están aquí, son nuestros vecinos, fueron nuestras abuelas y nos dejaron un legado cultural que nos empeñamos en invisibilizar, el velo se lo compran en Zara, se organizan y manifiestan para defender los derechos de todos, se duchan con la misma frecuencia que tu, comen la misma carne y, por mucho que nos pese, algunos también son españoles.